Mitos y verdades sobre el ácido hialurónico

Seguramente habrás oído hablar alguna vez del uso del ácido hialurónico en medicina estética.

Los tratamientos con este principio activo son muy exitosos, sobre todo en el rostro. El ácido hialurónico es una sustancia que se encuentra en el cuerpo de manera natural.

¿Qué se puede hacer con el ácido hialurónico?

Podemos hidratar pieles que se ven apagadas, secas, arrugadas…pero también lo podemos utilizar para remodelar volúmenes, dar forma o disimular imperfecciones.

Aunque sea una sustancia muy utilizada hoy en día, todavía existen mitos o falsas creencias sobre el ácido hialurónico.

Todo lo que debes saber sobre el ácido hialurónico.

Como ya te hemos contado, se trata de una sustancia que está presente en el cuerpo humano. Es el encargado de mantener la piel hidratada, entre otras funciones.

En muy pocas ocasiones podremos observar que el ácido hialurónico produzca alergias, ya que, al tratarse de una sustancia que se encuentra en nuestro cuerpo, es absorbida correctamente.

Se puede combinar con otros tratamientos como pueden ser: la toxina botulínica, hilos PDO.

Además de aplicarse en zonas como labios, pómulos, código de barras, este también puede ser utilizado en arrugas profundas de la frente, aunque para esta aplicación es necesario una gran habilidad por parte del profesional que lo administre.

Aunque el ácido sirve para atenuar arrugas, este no rellena si no que mejora la elasticidad de la piel, la hidratación y con ella, la producción de colágeno. Por ello, los resultados obtenidos serán naturales. El ácido hialurónico no paraliza los tejidos, los hidrata. Esta hidratación hace que la piel recupere elasticidad e hidratación y luzca más joven y jugosa.

Debemos tener en cuenta que los efectos del ácido hialurónico no son definitivos. Su duración puede variar de una persona a otra. La duración media puede ser de unos 6 meses, aunque en algunas personas puede durar hasta 12 meses. Pasado este tiempo, podemos volver a administrar la sustancia para mantener la hidratación y la elasticidad.

Tras el tratamiento notaremos un efecto de relleno inmediato, pero cuando realmente veremos los efectos del ácido hialurónico será cuando, día tras día, veamos como mejora nuestra piel por la estimulación y la creación de colágeno.

El ácido hialurónico no paraliza ningún músculo. Este se adapta a nuestros tejidos de manera natural y no cambia la expresión de nuestro rostro ni le quita naturalidad.

Se recomienda empezar a administrar ácido hialurónico a partir de los 35 años cuando las arrugas todavía son sutiles y nuestro organismo empieza a disminuir la producción natural de ácido hialurónico.

 Existen distintos tipos de ácido hialurónico según su densidad y el objetivo del tratamiento.

  • Ácido hialurónico de densidad alta: efecto lifting y recuperación de estructuras.
  • Ácido hialurónico de densidad media: se aplica en la dermis profunda. Hidrata y voluminiza los surcos nasogenianos, líneas de expresión, labios…
  • Ácido hialurónico de densidad baja: se utiliza para hidratar la piel en zonas donde esta es fina.

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